Sabes, un día descubrí que mi cuerpo hablaba, y yo no escuchaba. Esa mañana me desmayé. ¡Así, sin más! Fui al médico y todo parecía normal. Las pruebas médicas estaban perfectas. ¡No había nada malo!

Pero yo me sentía fatal, realmente mal. No entendía qué estaba pasando, así que decidí probar algo nuevo: la naturopatía. Aprendí que cuidar mi cuerpo iba más allá de las pruebas médicas. Descubrí que tenía que desintoxicarme y adoptar hábitos saludables para que mi cuerpo pudiera sanarse por sí mismo.

Me tomó un tiempo, pero poco a poco empecé a sentirme mejor. Me di cuenta de que era crucial escuchar las señales que mi cuerpo me estaba dando. Decidí que quería ayudar a otras personas a encontrar ese equilibrio también. Así que me formé en naturopatía para guiar a personas como tú a descubrir el camino hacia una vida más saludable y en armonía.

Mi historia es un recordatorio de que a veces las respuestas más importantes están solo en escuchar atentamente lo que nuestro cuerpo nos está diciendo. Y así, a partir de un desmayo inesperado, encontré mi propósito en ayudar a otros a autosanar y llevar una vida más plena.